El Riesgo País cayó a 555 puntos y marca el nivel más bajo desde 2018
12/17/20252 min read
La Argentina volvió a registrar una señal contundente de recuperación de la confianza internacional. El Riesgo País se ubicó en 555 puntos, con una baja diaria del 3,1%, alcanzando su nivel más bajo desde el 30 de julio de 2018, cuando había tocado las 552 unidades.
El dato es seguido de cerca por los mercados y representa un respaldo directo a la política económica impulsada por el presidente Javier Milei, basada en el equilibrio fiscal, la desregulación y la normalización financiera.
Confianza que vuelve: qué significa esta baja
La caída del Riesgo País refleja una mejor percepción de la solvencia argentina, lo que se traduce en:
mayor credibilidad ante inversores internacionales,
menores expectativas de default,
mejores condiciones futuras de financiamiento,
fortalecimiento del sistema financiero.
Especialistas coinciden en que este nivel no se alcanzaba desde hace más de siete años debido al desorden macroeconómico heredado y a políticas que alejaron al país del crédito internacional.
El impacto del plan Milei en los mercados
Desde el Gobierno destacan que esta mejora es consecuencia directa de decisiones concretas:
superávit fiscal sostenido,
eliminación del financiamiento monetario,
reglas claras para el mercado,
señales firmes de disciplina y previsibilidad.
Para los analistas, el mensaje es claro: la Argentina volvió a ser tomada en serio.
Un cambio de clima financiero histórico
La baja del Riesgo País se suma a otros indicadores positivos recientes, como la recuperación de la actividad económica, la desaceleración inflacionaria y la llegada de inversiones estratégicas.
En términos políticos, el dato fortalece al Gobierno en un contexto clave y demuestra que el camino elegido empieza a mostrar resultados concretos y medibles.
Conclusión: menos riesgo, más futuro
Con el Riesgo País en 555 puntos, la Argentina se acerca a niveles de normalidad financiera que parecían inalcanzables hace pocos años.
Para el oficialismo, es una prueba más de que ordenar la economía funciona y de que el rumbo encabezado por Javier Milei empieza a devolverle al país credibilidad, estabilidad y futuro.